MATÍAS GONZÁLEZ


Era un desconocido cuando llegó al Mundial de Brasil en 1950, durante el desarrollo del torneo los periodistas comentaban que en cada partido se debatía como un león defendiendo a la celeste y de ahí nació la denominación que recorrió el mundo deportivo: Matías Gonzáles "El león de Maracaná"
Para los amigos fue y siempre será el negro Pototo, tal como firmó esta foto dedicada a su amigo Lalo Rodriguez, padre de Luis Ariel Rodríguez Testa a quien agradecemos la gentileza.



En el periódico local La Crónica del día 4 de agosto de 1988, en su página deportiva dirigida por el amigo Robert Willam Alves encontramos algo muy especial.
Un homenaje escrito por un hombre de letras, docente y poeta artiguense, profesor Raúl Mello evocando la figura mítica de Matías Gonzalez, el León de Maracaná como lo conoció el mundo, el Negro Pototo para sus amigos.
  
EVOCACIÓN DE MATIAS GONZALEZ 

por Raúl Mello

Nació para campeón. El destino se empeñó en encumbrarlo. Una y otra vez le limpió el camino de obstáculos y barreras. De su Independencia local al partido final en Maracaná una urdimbre de circunstancias colaboró en su consagración.
Tal la huelga de jugadores de 1949, que le permitió lucir sus condiciones.
Luego, aunque no fue originalmente citado para integrar la selección de 1950, terminó integrándola finalmente porque Raúl Pini, uno de los citados es trasferido al Millonarios de Colombia, J. Bermúdez, otro de los citados, también defecciona por lesión, y Muñiz, también convocado, sufre un quebranto de salud. Entonces, el morocho defensor de Cerro, es llamado junto a Eusebio Tejera a integrar el cuadro celeste.
Además, bajas actuaciones de Willam Martínez en la Copa Roca disputada anteriormente le aseguran la indiscutida titularidad.
Brasil. Copa del Mundo. Contra Bolivia Uruguay gana 7 a 0 y Matías González es ya figura destacada.
Y llega la tarde señera del 16 de julio de 1950. Hace 38 años.
Brasil, amplio favorito. La victoria es fija nacional. La máquina norteña ha venido goleando a sus escuadras rivales. Por anticipado se prepara el carnaval de las celebraciones.
El Maracaná gigantesca olla de cemento, se estremece con 200.000 "torcedores" eufóricos. En la cancha 11 uruguayos. Entre ellos Matías González. Y se obró el milagro. Uruguay Campeón.
Los que siguieron por radio aquel partido, lo refieren a sus hijos como una gesta deportiva y patriótica, verdadero orgullo nacional, que el tiempo ha ido convirtiendo en mito dorado.
Matías González neutraliza al goleador Ademir, y es figura descollante.
Para usar un concepto borgeano, el destino glorioso se le revela esa tarde, más que en ningún otro momento fue tan él mismo.
Luego continuará sin brillar tiempo más en actividad. Pero no importa. Cuando debió ser grande lo fue en la hora justa.
La prensa lo llamó desde aquella tarde "el león de Maracaná".
Hace algunos años nos dejó para siempre para unirse a otros grandes del pasado.
El reciente recuerdo de la fecha de Maracaná actualiza una inquietud que viene promoviendo su amigo Ariel Torterola, en el sentido que las autoridades municipales den el nombre de Matías González a nuestro estadio.
Sería la forma de hacer justicia a un artiguense, nuestro único campeón mundial, un ungido de la gloria deportiva.
  
Nota de edición:
Ese mismo año, precisamente el 20 de diciembre en la Junta Departamental
se aprobó bautizar a nuestro estadio municipal con el nombre de Matías González gracias a la iniciativa y a la gran dedicación durante varios años de su amigo de toda la vida Ariel Torterola.


  Aquí lo vemos sonriendo con la pelota bajo el brazo, abrazado por Máspoli y abrazando a Gambetta. Estaban a 90 minutos de juego para consagrarse campeones mundiales ante el mayor público jamás presente en un estadio de Fútbol

Años más tarde Raúl Mello volvió a escribir sobre el Negro Pototo.
En su postrer libro "San Eugenio, memorias y adioses" hay un poema que debemos compartir con todos los artiguenses.
Lo editamos junto a una imagen de nuestro campeón mundial.




En diciembre de 2012 se inauguró un gigantografía de Pototo en el estadio que lleva su nombre, está más cerca y visible de las nuevas generaciones, de los jóvenes y de su pueblo. En la foto siguiente un grupo de chicas futbolistas posando para la cámara teniendo como fondo la imagen de nuestro querido León de Maracaná.

     
Abajo lo vemos, en el estadio que hoy lleva su nombre, poco tiempo después de la gesta de Maracaná cuando la selección campeona del mundo visitó su ciudad natal. 
Foto gentileza de Héctor Piastri. 

   ©JOSE SALVADOR DA COSTA - josadaco@gmail.com